Hay un momento que, pese a que muchas veces pasa desapercibido, puede resultar muy fructífero a la hora de diseñar un proceso de aprendizaje. Es un momento donde uno puede, a través de pequeños signos, obtener una gran cantidad de datos que luego resultarán de gran relevancia.
Este momento, o más precisamente, estos momentos, son los momentos iniciales. Son ellos la primera llamada, que suele ser telefónica, y las primeras entrevistas.
La primera llamada, que suele ser telefónica pero también, hoy día puede ser también a través de email y otros medios, es un momento donde, en pocos minutos, a veces menos de diez, no sólo nos presentaremos, sino que conoceremos algunas características de nuestro futuro alumno.
Una simple disgresión antes de seguir: muchas veces esta primera llamada nos estará avisando, a través de sutiles movimientos, sobre la posibilidad o imposibilidad de abordar un proceso de aprendizaje en conjunto con ese alumno. Después de la caída de un proceso, muchas veces revisando qué fue lo demandado en el primer llamado pude darme cuenta que no hubiera sido posible el trabajo.
En esta primera llamada escucharemos ante todo qué es lo que se nos está pidiendo. Será posible encarar este trabajo? Sentiremos que las condiciones serán suficientemente propicias? O el trabajo no será posible?
Nos podremos también preguntar sobre quién nos estará pidiendo estudiar. Será el supuesto alumno quien quiere aprender, o es, como pasa a veces que otro es el que quisiera aprender?
Podremos saber también en qué condiciones vamos a poder trabajar. Ofreceremos realizar algunas entrevistas, tal vez tres o cuatro. Pero lo primero será proponer un encuentro. En la entrevista telefónica suele ser muy difícil poder explicar el modo de enseñanza, por lo que, para mí es mejor no intentar explicar mucho, sólo mostrar que uno está receptivo a iniciar un trabajo y a escuchar cómo es el pedido de trabajo.
Por último, también podremos conocer un poco de qué es lo que el alumno espera y qué imaginario tiene sobre al enseñanza: qué espera, un profesor autoritario, democratico, castigador?
Parece que lo mejor es no apurarse a mostrarse ni enfrentado con los puntos de vista de quién llama, ni demasiado de acuedo.
Por último, es de importancia moverse, si uno está de acuerdo en tomar unas entrevistas, en un clima de cordialidad.
Continuaré con las entrevistas