Es algo que me estoy cuestionando. Existirá realmente tal placer de tocar? Será un momento fugaz. Lo que pienso, es que el camino de la creación, a veces tiene más de displacer que de algo placentero. Ahora, si fuera puro displacer, los músicos seríamos seguramente seres masoquistas.
Me llama la atención, simplemente. Me lleva a seguir pensando y pensando...
Tal vez el disfrutar de tocar forme parte de una especie de imperativo categórico. Como los alumnos que esperan no ponerse nerviosos cuando tienen un examen. (Y los profesores refuerzan este prejuicio diciéndoles "No te pongas nervioso!)
Esto es lo poco que logré avanzar hasta ahora. Especie de callejón sin salida, no?Me llama la atención, simplemente. Me lleva a seguir pensando y pensando...
Tal vez el disfrutar de tocar forme parte de una especie de imperativo categórico. Como los alumnos que esperan no ponerse nerviosos cuando tienen un examen. (Y los profesores refuerzan este prejuicio diciéndoles "No te pongas nervioso!)
Miguel
3 comentarios:
Sí, existe dicho placer. Y recuerdo siempre ese lado placentero detrás de mis nerviosos dedos a la hora de dar exámen de piano. Muy interesante todo lo que dejás en este blog, fue un placer haber recomendado la lectura de tu artícluo, la verdad es que me pareció muy interesante. Una de mis pasiones es la música, el piano especialemente, me encanta ver la música desde distntas perspectivas, no sólo el estudiar su teoría y el instrumento sino todo lo relacionado a ella desde otros camposo como el psicoanálsis, me interesa mucho la Musicoterapia también. En fin, seguiré pasando por acá en cuanto pueda. Mis saludos.
Daniela.
La del anterior mensaje soy yo. Había es crito con la cuenta de otro de mis blogs.
Ahora sí, saludos.
Gracias, Daniela! Yo te dejé saludos en el tuyo, más que interesante.
Un saludo
Miguel
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