miércoles, 14 de octubre de 2009

Pulsión de Muerte

A Sonia Figoni, quien me sugirió el pensamiento este.

Alguien no viene a la clase.
Alguien llega tarde.
Alguien se olvida sus partituras.
Alguien desanda camino.
Alguien cree que no sirve para hacer música.
Alguien intenta repetidas veces creyendo de antemano que todo intento será vano.
A alguien se le traban los dedos.
Alguno se contractura.
Uno se enferma, o se le lastiman los músculos.
Alguno "hace caso omiso" de toda indicación.
Otro se olvida y le "falla" la memoria.
Otro cree que su alumno es una repetición de él mismo.
Uno cree que es la repetición de su maestro.
Otro no puede dejar de pensar y no se puede conectar con lo creativo.
Uno no puede expresarse, no "suena" lo que toca.
Uno se cree que siempre tenía que estudiar más.
Uno, en el mejor momento deja de tocar su instrumento y abandona.
Alguien nos pide (sin que lo notemos, sutilmente) que lo maltratemos.
Ese mismo se maltrata frente a nuestros ojos.
Uno hace siempre, siempre lo mismo. Usa siempre la misma estrategia aunque esté visiblemente caduca.
Por fin uno se siente arrasado cada vez que intenta tocar frente al público y es pura angustia.
Es el retorno a lo inanimado, el camino más corto, el sabotaje, lo destructivo, que como en todo ámbito de la vida, también irrumpe una y otra vez en el encuadre de la clase.
Tal vez, nuestro trabajo sea este, ayudar al alumno con su pulsión de muerte.

martes, 13 de octubre de 2009

Aprender la técnica para después olvidarla

El modelo tradicional de enseñanza ha convertido en un axioma fundante de la pedagogía que la técnica se debe aprender para después olvidarla. Esta termina siendo la justificación de la utilización de la repetición como método único de aprendizaje, además de la crítica.
Sin embargo solemos ver que los instrumentistas suelen utilizar un gran porcentaje de sus energías psíquicas en la preocupación exclusiva sobre lo técnico, demostrando que no existe tal posibilidad del olvido de la técnica.
Los psicoanalistas tenemos algo que pensar sobre esto: lo que se hizo una huella en el psiquismo difícilmente se olvide; por otra parte el mismo planteo "aprender algo para después olvidarlo" es, a mi entender el planteo del mecanismo de represión.
¿Entonces?
Lo que estoy investigando es cómo podría construírse una técnica, entendida como un modo de acercarse al instrumento y poder utilizarlo para hacer arte de un modo que no siga el recorrido de la racionalización y la posterior represión. Sino la técnica no funciona como un facilitador sino como un mecanismo de defensa. ¿ Defensa de qué? De las emociones, se entiende. Y si hay defensa de las emociones, pues se coartan posibilidades expresivas.
Construír una técnica a partir del registro del cuerpo, a partir de la escucha y la utilización del principio de economía (la utilización de lo más efectivo y lo menos costoso). La técnica que será una construcción entre dos, el alumno y el profesor.
Tal vez, lo que nosotros tengamos que hacer con nuestros alumnos es ayudarlos a que puedan tocar, con todas las implicancias que la palabra tocar tiene. Y la reflexión, no lo voy a negar, puede ser una parte indispensable del proceso, pero una continuidad del hacer: primero investigo, exploro luego refexiono sobre lo investigado. Luego vuelvo a tocar así como en un ida y vuelta. Queda de parte del alumno el apropiarse del recurso o no, puede ser que haya que construír otro...